julio 18, 2006

Onda dosmil...tera


Cuando uno disfruta de sus felices vacaciones (aunque entre medio se entere que el segundo semestre volverá a los horarios horrorosos, a pruebas muy pegadas y sin opción de tomar los ramos que realmente le interesan) hace cosas ociosas, como por ejemplo ir a lavar la loza y darle lata subir a buscar CDs y la radio tan fome y encontrarse con los cassettes que quedaron tirados cuando llegó el primer disco compacto y llegó el grabador de CDs a la casa. Siempre a esas cosas ‘ópticas’ las miré con recelo (pasó lo mismo con los DVDs), ve que se rayaban rápido, pero la tecnología fue más fuerte y ahí quedaron los cassettes tirados (a medio grabar) y hoy, cuando los puse, me di cuenta de que con razón... tienen un sonido horroroso!!!.

Lo otro gracioso fue la música, eran mis cassettes onda ska, y ayer, que me fui a meter al eurocentro y que me trae tantos recuerdos de mis teenagers todos ska; y en la tarde, en el cumpleaños de una amiga, conversar como derecho la había sacado de la onda rockera, si no digo yo, como la carrera nos fue.... reformando? (o sea, ahora me visto con rosado).

En fin, van lindas las vacaciones, aunque aún no empiezo con la página 15 de Bolaño, de las 1125...

julio 14, 2006

Enfermedah

Se supone que el próximo lunes estaría oficialmente de vacaciones, pero como hice una buena elección de ramos, de pura chiripa me gané una semana más de dormir todo el día y ver House M.D. todo el resto del día que no estoy durmiendo. Ayer ya salí de mi pieza y hoy dejé de ver House para ponerme a ver otras películas y empezar a leer (me espera maratón de Bolaño, “2666” en dos semanas, veamos de cuanto soy capaz).

El gran problema que me surge cuando viene el relajo, es que, finalmente, tengo que asumir que poseo una enfermedad cutánea crónica, que me partió cuando me cambié de colegio, me volvió en cuarto medio y, con apariciones periódicas en las muñecas, ahora mi cuello ha sido presa de dos ataques de dermatitis que hacen que, por alguna vez en la vida, sea útil que no use las uñas largas; lo bueno es que es fácilmente tratable, con un par de cremas, en una noche me seca la especie de alergia (eso parece, para que entienda usted) y en un par de días me regenera la piel; lo malo, es que la picazón es increíble, que no me deja usar bufandas (y con lo que me gustan), que me queda cuello de abuelita por un buen tiempo, que parezco Bridget Jones acumulando escamas y que tengo que pensar dos veces antes de correr, porque el agua salada no es una buena aliada (bueno, el agua en ninguno de sus sabores).

Pero, en fin, algún costo que tenga el relajo (o el estrés antes del relajo), después de todo, podríamos formar una sociedad de enfermos de dermatitis anónimos.

julio 11, 2006

Una Historia

En el colegio era bastante conocida, un cuarto me conocía porque jugaba básquetbol, otro cuarto porque jugaba a escribir y resultaba bastante bien y el resto, o sea, la gran mayoría, me conocía por mi amor (psicopático – obsesivo) a un profesor de historia. Hace rato no me aparecía por el Liceo 1, y no tanto por la falta de tiempo, sino que con mi hermana ahí adentro, mi colegio es tan no mi colegio, pero hoy me las di de camarógrafa en el juramento que hacen los 7mos cada año, en el que las niñas se comprometen a amar a su colegio y ser ‘dignas representantes de la insignia’ hasta que la muerte nos separe, amén, bueno, no tan hasta que la muerte, considerando el ‘amor especial’ que entrega el liceo a sus ex alumnas, las que solo podemos recordar con cariño al liceo, pero no sé si se pueda sentir un orgullo tan grande por un colegio ‘emblemático’ que no acoge a su antiguas generaciones con mucho afecto que digamos, pero esa es harina de otro costal.

A lo que iba, obviamente llegó un minuto en que comenzaron a entrar los cursos y en eso, nombran a un tal Danilo no se cuanto, pensé que ese debía ser el reemplazante de oso (otro ex profesor de historia mío, de los tradicionales, que se fue del liceo hace poquito) y lo vi y mi mente, obnubilada, dijo ‘quien-rayos-es-ese-tipo’, por conclusión saqué que debía ser un profesor de historia, nuevo, y entonces, wow!, no sé que tiene ese colegio, pero definitivamente me hará concluir una regla general de que todos los profesores de historia son guapos, o sea, en mi tiempo, no era sólo Cabezas (digamos que con él me quedaba yo), los practicantes no estaban mal, tampoco Gaspar ni Jauré, ni Bonachon que era el sex simbol de mi tiempo, para todos existía fun club y este tipo, casi, se iguala a Cabezas en lo guapo y entonces me pregunto como debe de tener un séquito ahí dentro.

En fin, siempre es grato volver por allá, aunque cada vez mi colegio, sea menos mi colegio, por último, para conocer a los nuevos integrantes del departamento de historia.

julio 06, 2006

Hogar dulce hogar

Siempre he tenido la imagen de mi casa como un lugar de refugio, eso que llaman ‘hogar’, de hecho, escuchar ‘hogar’ me trae una sensación de calidez increíble, de mi cama, de mi pieza, de mi mami, mi mana, mi papi, de once en familia, de sillón en la pieza de mis papás donde confluimos todas las noches (hasta que empieza la Isaura, obviamente o luego de que termina). Y siempre me cae esa sensación cuando ando afuera, sobre todo de noche o cuando se anda de viaje y la casa, mi casa, está tan lejos; y no es por la cama, porque donde estemos siempre hay cama y calentita y todo, o por la familia, porque cuando andamos juntos, igual la casa se extraña, sino que debe ser por el todo esto en su conjunto, porque ‘mi casa’, implica parar, bajar revoluciones (aunque me acueste a las 5 haciendo un trabajo de derecho islámico) y eso es lo que cambia cuando estudio en la biblio de provi, cuando ando en la U y me vengo tarde, cuando voy a la casa de mis amigos y ellos siguen-en-su-casa, cuando ando de noche en la calle los sábados y puro quiero llegar a-mi-casa.

La sensación viene cuando veo las ventanas de las otras casas con las cortinas cerradas, de noche, con el universo hogareño adentro.

Y creo que es por eso que uno de mis mayores miedos, luego de que se muera mi mami, es llegar un día, con las ansías de llegar y que hayan entrado a robar, creo, se destruiría el refugio.

Así que ‘mi casa’, será un desorden de mil patas, pero es mi casa y ‘esta sensación’ debe provenir de mi cansancio (que está a dos exámenes de acabar).


julio 01, 2006

Los ingleses también lloran




Me emocioné .
Hace rato no veía fútbol y ahora me engaché con el mundial
(y con el jugador inglés) y me emocioné.
Brasil y Argentina de vuelta...

Y Chile................ ehm... este........

los ingleses también lloran.