julio 11, 2006

Una Historia

En el colegio era bastante conocida, un cuarto me conocía porque jugaba básquetbol, otro cuarto porque jugaba a escribir y resultaba bastante bien y el resto, o sea, la gran mayoría, me conocía por mi amor (psicopático – obsesivo) a un profesor de historia. Hace rato no me aparecía por el Liceo 1, y no tanto por la falta de tiempo, sino que con mi hermana ahí adentro, mi colegio es tan no mi colegio, pero hoy me las di de camarógrafa en el juramento que hacen los 7mos cada año, en el que las niñas se comprometen a amar a su colegio y ser ‘dignas representantes de la insignia’ hasta que la muerte nos separe, amén, bueno, no tan hasta que la muerte, considerando el ‘amor especial’ que entrega el liceo a sus ex alumnas, las que solo podemos recordar con cariño al liceo, pero no sé si se pueda sentir un orgullo tan grande por un colegio ‘emblemático’ que no acoge a su antiguas generaciones con mucho afecto que digamos, pero esa es harina de otro costal.

A lo que iba, obviamente llegó un minuto en que comenzaron a entrar los cursos y en eso, nombran a un tal Danilo no se cuanto, pensé que ese debía ser el reemplazante de oso (otro ex profesor de historia mío, de los tradicionales, que se fue del liceo hace poquito) y lo vi y mi mente, obnubilada, dijo ‘quien-rayos-es-ese-tipo’, por conclusión saqué que debía ser un profesor de historia, nuevo, y entonces, wow!, no sé que tiene ese colegio, pero definitivamente me hará concluir una regla general de que todos los profesores de historia son guapos, o sea, en mi tiempo, no era sólo Cabezas (digamos que con él me quedaba yo), los practicantes no estaban mal, tampoco Gaspar ni Jauré, ni Bonachon que era el sex simbol de mi tiempo, para todos existía fun club y este tipo, casi, se iguala a Cabezas en lo guapo y entonces me pregunto como debe de tener un séquito ahí dentro.

En fin, siempre es grato volver por allá, aunque cada vez mi colegio, sea menos mi colegio, por último, para conocer a los nuevos integrantes del departamento de historia.

4 Comments:

Blogger Cerámicas said...

jajaja... estoy de acuerdo contigo, ir para conocer a los nuevos profes... bien.
Saludos.

jueves, julio 13, 2006 9:09:00 a. m.  
Blogger Carlo said...

La Beepy no puede dejar de ser psicopática-obsesiva, es un elemento de la esencia,irrevocable para las partes, e irrenunciable.

Mucho Procesal :S

En fin... volver a nuestra raíces y recordar nuestro paso por ciertos lugares a los que sentimos como nuestros, nos hace reflexionar mucho, una suerte de introspección involuntaria.

Pero, a fin de cuentas, es parte de nosotros.

Suerte y un beso.

Carlo.

jueves, julio 13, 2006 10:16:00 a. m.  
Blogger Canal Preto said...

Tengo bien botado a mi ex-colegio.
Aunque sin cargo de conciencia. Lo pasé tan mal que mejor chaito no más con ese lugar.

viernes, julio 14, 2006 6:39:00 p. m.  
Blogger Little_Fairy said...

Hola! que gusto leerte denuevo y recordar esos tiempos!
Buena observación, si, el departamento de historia era el que la llevaba y creo que todas en algun momento caimos por alguno.
A mi se me conoció por la obsesión del pescado aquel, que en el ultimo dia me dijo que me habia aprendido a querer, y ahi cerré mi capítulo.

Por mas que tratemos de olvidar y odiar y patalear por nuestro estatus actual y lo que representa para aquella institución, siempre llevamos esa nostalgia y cariño, por aquellos años, por las locas aventuras, y alguna que otra pequeña intriga.
Yo miro hacia atrás y escucho mi risa de niña que vuelve a un ahora.

Eso es magia
te quiero N vivi, y te recuerdo con cariño
Paulita Tolosa

martes, julio 18, 2006 8:35:00 a. m.  

Publicar un comentario

<< Home