Enfermedah
Se supone que el próximo lunes estaría oficialmente de vacaciones, pero como hice una buena elección de ramos, de pura chiripa me gané una semana más de dormir todo el día y ver House M.D. todo el resto del día que no estoy durmiendo. Ayer ya salí de mi pieza y hoy dejé de ver House para ponerme a ver otras películas y empezar a leer (me espera maratón de Bolaño, “2666” en dos semanas, veamos de cuanto soy capaz).
El gran problema que me surge cuando viene el relajo, es que, finalmente, tengo que asumir que poseo una enfermedad cutánea crónica, que me partió cuando me cambié de colegio, me volvió en cuarto medio y, con apariciones periódicas en las muñecas, ahora mi cuello ha sido presa de dos ataques de dermatitis que hacen que, por alguna vez en la vida, sea útil que no use las uñas largas; lo bueno es que es fácilmente tratable, con un par de cremas, en una noche me seca la especie de alergia (eso parece, para que entienda usted) y en un par de días me regenera la piel; lo malo, es que la picazón es increíble, que no me deja usar bufandas (y con lo que me gustan), que me queda cuello de abuelita por un buen tiempo, que parezco Bridget Jones acumulando escamas y que tengo que pensar dos veces antes de correr, porque el agua salada no es una buena aliada (bueno, el agua en ninguno de sus sabores).
Pero, en fin, algún costo que tenga el relajo (o el estrés antes del relajo), después de todo, podríamos formar una sociedad de enfermos de dermatitis anónimos.
El gran problema que me surge cuando viene el relajo, es que, finalmente, tengo que asumir que poseo una enfermedad cutánea crónica, que me partió cuando me cambié de colegio, me volvió en cuarto medio y, con apariciones periódicas en las muñecas, ahora mi cuello ha sido presa de dos ataques de dermatitis que hacen que, por alguna vez en la vida, sea útil que no use las uñas largas; lo bueno es que es fácilmente tratable, con un par de cremas, en una noche me seca la especie de alergia (eso parece, para que entienda usted) y en un par de días me regenera la piel; lo malo, es que la picazón es increíble, que no me deja usar bufandas (y con lo que me gustan), que me queda cuello de abuelita por un buen tiempo, que parezco Bridget Jones acumulando escamas y que tengo que pensar dos veces antes de correr, porque el agua salada no es una buena aliada (bueno, el agua en ninguno de sus sabores).
Pero, en fin, algún costo que tenga el relajo (o el estrés antes del relajo), después de todo, podríamos formar una sociedad de enfermos de dermatitis anónimos.
5 Comments:
no entendí, te pasa cuando te relajas?
ooh, sería brígido. pero de verdad no entendí.
saludos!
Estas enfermedades raras...
Cada uno con su cuento, así que lo mejor es soportar.
Un besote.
Carlo.
Una lata eso ser.
Lo bueno, y que me da gusto, es que estás descansando, estás contenta y estas de vacaciones!!. Disfrute harto y cuidese mucho también.
Saludines. Pásalo bien^_^
Gaby.
Mmmm... nada que no cure el buen oxido de zinc (peor seria q tuvieras espinillas como yo, arggggghhhh).
Yo tb me enamore de un profe (hace aaaaños) lo bueno de eso es que ese amor no atonta, sino que te motiva a ser la mas destacada del curso ;)
Ops, que lo corta de tiempo no me haga olvidar los...
...saludos!
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