La ley es... la ley
Mi profesor de penal nos dijo en una clase que él desconfiaba de la gente que no tiene vicios... y antes nos decía que el no fumaba cigarros blancos de amariconado (es Miguel Soto, por si alguien le suena el nombre).
No sé cuanto hace ya que se publicó (y comenzó a regir) la ley antitabaco, independiente de mi posición ante la ley, como medio para 'educar' y de mi acuerdo o desacuerdo con ella, digamos que con su idea de entregar a los fumadores un espacio amplio, pero acotado, de ambiente para fumar, ha convertido al ambiente de los no fumadores, en uno un tantito más grato.
Digamos que mi Escuela, como buen guetto humanista, es (era) un espacio lleno de humo constante (y mi punto de comparación es la facultad de salud, que por razones obvias, de razón y espacio, sobre todo espacio, tenía un aire infinitamente más respirable, cuestión que también constaté en la ‘toxifonda’ de medicina poniente el pasado 18), y esto de sacar a las chimeneas andantes a los patios, ha convertido el hacinamiento en un ambiente grato.
Para que diga... ahora quien podrá defendernos... siempre existe un chapulín colorado.
No sé cuanto hace ya que se publicó (y comenzó a regir) la ley antitabaco, independiente de mi posición ante la ley, como medio para 'educar' y de mi acuerdo o desacuerdo con ella, digamos que con su idea de entregar a los fumadores un espacio amplio, pero acotado, de ambiente para fumar, ha convertido al ambiente de los no fumadores, en uno un tantito más grato.
Digamos que mi Escuela, como buen guetto humanista, es (era) un espacio lleno de humo constante (y mi punto de comparación es la facultad de salud, que por razones obvias, de razón y espacio, sobre todo espacio, tenía un aire infinitamente más respirable, cuestión que también constaté en la ‘toxifonda’ de medicina poniente el pasado 18), y esto de sacar a las chimeneas andantes a los patios, ha convertido el hacinamiento en un ambiente grato.
Para que diga... ahora quien podrá defendernos... siempre existe un chapulín colorado.