septiembre 20, 2005

Y la tele?





Hoy, en el Publimetro salio una foto de Fuguet.
Mientras esperábamos la clase de Constitucional le dije a la Nat:
- Alberto Fuguet es rico.
- Waaac, no; pero es simpático, lo vi en una entrevista en “Coyote”- me dijo ella.
- Coyote... mmm, me suena (lo empecé a buscar en algún programa del cable), lo dan en el Via X?
- No po, Coyote, en TVN.
- Ahhhhh!, Coyote, si!, con Antonio Skármeta y Augusto Góngora!
- Ajá.
- Aj, por qué tenía que aparecer Rojo y Mekano.
- Sí!!, tienes razón, como que coincidió con Rojo el fin de Coyote.

En eso llegó el mundo y se acabó la conversación.

Pero me quedó dando vueltas las cuestión y me empecé a acordar del Canal 2, del Show de los Libros (donde me marcó el poema de Bertoni en boca de Néstor Cantillana), de Estación Insomnio, de Cine Video (cuando aún no me gustaba el cine), de La Torre de Papel, que terminé viéndola en People & Arts, en el cable, igual que La Belleza de Pensar (remasterización de Estación Insomnio para que se ubique) y empecé a recorrer mentalmente los programas que ahora veo en televisión abierta y no pasan más allá de "Betty La Fea" y las noticias en el “En Boca de Todos”; me acordé de que antes alegaba porque esos programas bellos, y que al parecer vendían tan poco, los daban demasiado tarde, sobre todo para uno que madrugaba, pero aún así valía la pena esperarlos. Qué pasó, en que momento la tele terminó de dar el giro (que quizá comenzó cuando había que esperar hasta el semi trasnoche para ver buenos programas) y nos dejó sin “Tata colores” ni “Ojo con el Arte”.
Y, entonces, hace rato me defino como desencantada (léase de la política, de las personas, de las revoluciones, de los cambios, de los proyectos) y acabo de caer en cuenta, que el ambiente televisivo chileno también aporta a ratificar este sentimiento que muchas veces se torna demasiado poco grato.


septiembre 19, 2005

Estrellarse






Me fui a pasar el 18 al campo, no quería volver a Santiago.

En Santiago no se ven ni aviones, ni satélites, ni estrellas, en Santiago no hay cielo y la luna... la luna estaba tan linda.

septiembre 16, 2005

El sueño tendido al sol

Así fue, colgué el sueño y luego el sol fue tan fuerte que no me dejó salir a buscarlo y se resecó, ahí está, decolorándose, perdiendo el brillo; está más cómodo para la vista acá dentro, está fresco, simpático y me agrada, de vez en cuando miro por la ventana, me baja algo de nostalgia, pero, insisto, el sol es muy fuerte y no lo puedo ir a recoger.

Ayer fui a la ceremonia de investidura de mi primera carrera, de obstetricia, la doña que me abrió las puertas de este mundo que ahora disfruto tanto, me bajó la pena, pero solo por un ratito, yo quería delantal blanco, yo quería una piocha (pero que dijera "medicina"), yo quería ser útil, yo quería trabajar con zapatillas, yo quería una posta rural, yo quería saber cosas que la gente común no sabe, yo quería un estetoscopio burdeo, yo quería pasar noches en vela (y no haciendo trabajos precisamente), yo quería poder, pero no pude.

Fue linda, fue extraño, ver que de los cien pelagatos que llegamos, quedan apenas cuarenta, ver a quienes empezamos el camino fuera del cubito del colegio juntos, las tardes del lunes en el Barros Luco, peleando por los trabajos de psicología, el pique de Independecia a San Miguel (ese fue el recuerdo más que tuve presente), y la mayoría con cara de matrona, tan grandes que están esas cabras.

Y el mundo sigue en esta trinchera, de las letras, tanta cosa poco práctica, pero me entretiene, no me asusta, me agrada tanto tanto, mientras no mire por la ventana y vea como se deshilacha el sueño.

septiembre 11, 2005

10 de septiembre

20 años cumplió ayer Tempore......

Hace un tiempo conversabamos que las percepciones en la edad del mayor en la familia son un tanto distorcionadas, esto es, se ve que la gente grande es demasiado grande (21 son la vejez absoluta) y resulta que tengo 20, hoy, segundo día del cambio de folio, y son igual de pendeja que siempre, no digo que exista un cambio autómatico de los 19 a los 20, pero de los 15 que me quedé pegada, o sea, no tengo 20 ni en las patas!, no los siento, pero sé que si me comporto como los 15 que creo tener la gente me detiene y me dice "hey, madura, ya tienes veinte" y ahí se me cae el mundo pueh, tratando de arrancar del mundo adulto, de ser un Peter Pan por harto tiempo más.

Son miles los agradecimientos a la gente que hizo que pasar a la siguiente década no fuera tan traumático, realmente este fue un cunpleaños increible, siempre soñé con una fiesta sorpresa y el viernes me la dieron (se me apretó la guata), luego el cine y la coincidencia de que me tocara en la sala (7), la misma en donde hace muchos años fuimos a ver "Patch Adams" en patota, y el hecho frustrante de meterme a ver una película rodeada de puros cuarentones divorciados. Luego mi casa, ver gente linda que no veía hace siglos, mirar lo genial de mi familia, de mis amigos, del mundo que con los años va creciendo, se va reafirmando y me hace confirmar de que la vida realmente vale la pena vivirla (aunque uno sea un pedazo de egoismo en dos pies).

Y que un año más, así como un nuevo día, no se sufre con la perspectiva de "uno menos" si no que se agradece por ser "uno más"; cuando los veinte, ahora en el cuerpo, se siguen viendo poquititos.


septiembre 03, 2005

Me mordí la lengua.


Sí, así como dice el título; ya me ha tocado aprender el no escupir al cielo, seré la única con tan mala suerte que todo escupitajo me cae en la cara?, así que he tratado de dejar al márgen esta práctica.

A que voy, en este momento estoy cometiendo el sacrilegio de dejar de escribir un trabajo para el lunes por postear, acabo de leer el material y de lo que tengo, solo me sirve la mitad, pero trato de no enfocarme en eso, ya no hay remedio, la biblioteca de mi U no abre los fines de semana.

Aunque eso, "fin de semana" se ha convertido en una verdadera utópia. Hace un par de meses, decía que lo que más me gustaba de Derecho era que se estudiaba re poco, que quedaba mucho tiempo libre (y es cosa de echarle una mirada al foro de mi generación); sépalo, me retracto de cada una de mis letras, hace un mes (que coincide con el inicio del segundo semestre), no he conocido tele, amigos, sueño placentero, abuso de internet, tardes ni noches libres, nada de nada y todo porque decidí tomar con un profesor complicado, que no me deja respirar.

Ya, no tengo cerebro para hacer una conclusión bella, simplemente que tenga cuidado con lo que dice; aveces, sea positiva o negativamente, somos profetas de nosotros mismos.