diciembre 30, 2006

Sobre Notting Hill

Photobucket - Video and Image HostingSoy fanática de las películas mamonas, lo reconozco y qué!.

Creo que mi primera película favorita fue Notting Hill, favorita al punto de citarla hasta hoy; luego de ver la sinopsis y cachar que el argumento me tiraba bastante, cuando la pasaron en HBO (por el 2000 o 2001 si las cuentas no me fallan, o sea, en ese tiempo todo lo relacionaba con Coke, aunque me niego a reproducir la analogía que hice en ese tiempo), porque antes no iba al cine, la grabé y me fanaticé al punto de verla demasiadas veces.

Atrás quedaban buenas películas con City of Angels o el historial de Bruce Willis que había seguido hasta The Last Men, creo, no sé, la filmografía se me perdió desde que conocí a Hugh Grant en la película que retrataba el pintoresco barrio londinense.

La cosa es que el VHS está en la tele de abajo y el DVD está en mi pieza, entonces, no es lo mismo ver películas favoritas en el living que tirada en la cama, así que aproveché el ofertón de Blockbuster (miércoles, todo a 500) y me la traje y acabo de verla y hace tiempo que no la veía y wow!, cuando leí Richard Curtis, pensé... quién lo diría, esta película fue el comienzo de todo. De plata en cine, de colección de DVDs, de horas frente al PC, de fondos de pantalla, de latas conversaciones, de acentito inglés inglés en el spanglish, de interrumpir mis vacaciones para alcanzar a ver ‘Bridget Jones, the edge of reason’ (en Concepción, sola y un 14 de febrero).

Claro, ahora soy fanática de todo lo que diga ‘made in UK’, sobre todo si es cine, si tiene la mezcla estelar de ‘Universal junto con Canal +’, es que no puede ser que ponga en Google el nombre del tipo guapo de esa película y resulte siendo inglés (malditos ingleses) y, ahora, aunque ‘Notting Hill’ no sea ‘Bridget Jones’ (decir que la he visto demasiadas veces es poco), pero reconocerse en la Bridget es más fácil que hacerlo con William Thacker; y que Hugh Grant no sea Colin Firth (le faltaba pelo) y que Colin Firth ya no sea Matthew Macfadyen (le faltaba porte) y que exista Hugh Laurie y Jane Auten y Emma Thompson y Alan Rickman y Ralph Fiennes y etcétera, se inició con la peliculita de la mano de Curtis y de la puertita azul y fue... gracioso recordarlo.

Me gusta estar de vacaciones.

diciembre 16, 2006

Reconociendo la enfermeda'

Cuando era chiquitita, o ni tanto, y era el boom de los chats y la gente me decía ‘cómo eres psicológicamente’ yo decía, ‘soy, más bien introvertida’; claro, tenía cerca de quince años y estaba dentro del paréntesis de entre los 10 a los 18 (o por ahí), porque yo introvertida, saaaaaaaaa.

Hace algunos años una amiga decía que tenía otra amiga que le gustaba interpretar personajes y con la coincidencia de sobrevivir, su amiga y yo, bajo los caracteres de virgo, puede pasar que tales patologías se expresen en distintos momentos de la vida.

A que voy;
resulta que desde un tiempo a esta parte he estado con-viviendo con la patología Darcy (Fitzwilliam, para no herir los sentimientos de nadie), eso de que cueste relacionarse con la gente que uno no conoce y que esa gente se lleve la impresión de que una tiene el ego por las nubes (cosa que no desmiento), pero que no ha conocido las virtudes de la humildad (cosa en la que estoy trabajando).

Entonces:
1. Tras enamorarme del actor de Darcy en ‘Pride & Prejudice’ versión 2004, puedo haber desarrollado la patología anteriormente expuesta, lo que sería doblemente patológico y entraría a preocuparme.

2. No se si echarle la culpa a la falta de estrés el que no quiera ver a la gente y que quiera estar encerrada todo el día (leyendo, viendo tele y jugando ‘GTA San Andreas’).

3. No suena lindo que una niña tan encantadora como yo, pinte de ‘más creída que el hoyo del queque’ porque estudia derecho en la Chile, porque, chuta... mea cuestión.

4. En vez de desarrollar la personalidad, la estoy cohibiendo y volviéndola introvertida y eso no pinta bueno, porque cuando había tenido limitaciones de este tipo.

5. Lo que hace tener tanto tiempo libre, y eso que todavía no llevo una semana de vacaciones. La otra semana tendré el síndrome de Ruldolph.