Tillas Nuevas
Hace como un mes que empecé a transmitir con que quería comprarme zapatillas, se supone que iba a ser una tarea simple porque ya las tenía previamente vistas y era cosa de ir y pedir que me pasaran esas zapatillas Adidas café con las franjas amarillas; pero me demoré tanto en hacerme el ánimo de ir al mall a ver las tillas que, en el intertanto, me fije en los pies de la gente y aparecieron ante mi un sinnúmero de opciones, lo que hizo de esta decisión una ardua tarea.
Caminé por varios lugares en busca de zapatillas (temiendo que mi familia se cansara de mi regodeo) y no me decidía si quería con velcro (como unas puma que tenían un problema estético en la punta), si quería que fueran blancas (como unas north star, con el mismo problema anterior), si quería que fueran negras (como unas nike, pero ya tenía negras) o que fuesen las Adidas que busqué en el inicio (pero que cuando las fui a ver, no existían en mi número).
Como no me gustan los pies, los zapatos se convierten en una especie de fetiche, por lo que salir en busca de un par, siempre ha sido una tarea compleja (a lo que se suma el tamaño de mi pie) y ya, luego de recorrer el Alto la última vez, ya veía que mi papá se retractaba de la oferta y ya no habían zapatillas nuevas. Así fue como, el sábado pasado, luego de ir a verlo al hospital, con mi hermana nos auto invitamos a almorzar al Parque Arauco (con la excusa de comprarle un regalo a mi papi) y fue que, ya nos íbamos de Fallabela, con la idea de ‘no!!!, tampoco encontré zapatillas acá’, cuando las vi... mis nuevas zapatillas de jardín. Y son de jardín, así, tal cual, porque son iguales a las que usaba en la tierna infancia (blancas, con puntitos y DIADORA!!!).
Luego de más de un mes de búsqueda, tengo zapatillas de Kinder, en mis pies bastante más grandes que en ese tiempo (blancas, con puntitos y DIADORA!!!).
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6 Comments:
Zapatillas de Kinder???
Es clara la explicación, pero como que no me cuadra.
Bueno, la vida es rara en ocasiones, la mayor parte del tiempo, a decir verdad.
Y esos momentos donde tenemos un racconto, es como embarazoso, porque nos quedamos pegados con el recuerdo, y hacemos como muy mecánicamente el acto que nos recuerda la infancia, o alguna época de la vida.
Me pasó con Nicole. Bajaba música, y se me ocurrió el nombre Nicole. Y se me vinieron a la cabeza, en este orden: Amor a Domicilio, Telepizza, un puente, mi vieja comprando paltas, mi sweter viejo, mi jardín infantil, mi colegio, mis premios de Best Pupil in English, mi fiesta de graduación, ver a mi peor enemigo de la infancia curado (él decía que se curaba con una botella entera de Vodka, no menos, pero se tomó una Cola de Mono y jodió) en la parte trasera de mi auto, casi vomitando, y yo, dentro mío, matandome de una risa sarcástica. En fin, muchos recuerdos, y mi hermana me pedía el pc para una tarea, pero yo estaba fuera de mi, abstraído, ido. Y me dio verguenza. Me sonrojé, terminé de bajar música, Nicole incluida, y me fui.
A veces el tener esos raccontos es satisfactorio, pero para mi, es bastante molesto.
Saludos, querida.
Y suerte en lo que se viene!!!
Besos.
Carlo.
Ahhh, y la próxima vez que te ilustres, guarda lo escrito ;)
Cariños.
que bonito. a mí me encantan las zapatillas blancas, pero me carga comprarlas. tengo problemas con ése proceso.
y las de la foto están preciosas. como que quise unas iguales.
vi el link, gracias, es agradable verse linkeada.
saludos para usted, y programemos visitas más esporádicas.
mu bonito blog, tierno donde no se pretenda, divertido donde ni se pensó así. Saludos
onda retro total; no pude escuchar bien a topo gigio, ídolo de mis tardes infantiles... con un breve revival en un programa de Raúl Matas, recuerdas?.
(off topic: me pregunto si el año pasado, cuando iba + seguido a la facultad, nos habremos cruzado alguna vez, sin saber)
cariños!
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