mayo 19, 2006

"y vuelvo a tener fe"


Lo de la pelotita funciona como lo del efecto mariposa, porque las leyes de la física son superiores y se aplican a absolutamente todo. Acción y reacción, de eso se trata la pelotita.... Así, uno decide cuando la pone en movimiento, se lanza y los efectos que provoque es lo que no se puede controlar (por eso no se compara al efecto dominó, después de todo, uno sabe que si ha puesto bien las piezas, a una buena distancia, se va a producir el efecto deseado, entonces, eso es más frívolo que simplemente lanzar la pelotita, porque no se decide solo de la acción inicial, sino que se arma el sistema desde arriba y es más fome jugar a ser Dios).

Nunca he sido muy amiga de la monotonía y por eso mismo me pasan las cosas que me pasan y después alego de que me pasen, pero me pasa por no actuar con cuidado, pero todo enseña y hay que saber hacerla, o sea, aprender. La cosa es que andaba con desconfianza, pensé que, después de lo que pasó, me iba a costar volver a sentir mariposas en la guata y que me iba a automarginar de esa sensación (que después de todo tanto he defendido siempre), pero no se puede ir contra natura y vuelvo a esa sensación, autolimitada, que ya conozco tan bien (si sé que es por inseguridad y todo el cuento, pero actuar de modo contrario tuvo duros consecuencias, por eso, lo bueno va a ser cuando se produzca de nuevo una posibilidad real, pero por ahora, nos arrancaremos de eso raudamente, porque hay que esperar que la gotita de poxipol termine de secar bien y que don tiempo pule bien todo y, aunque el jarro no vuelva a ser como antes, ya sabe, un poquitito, pero algo sabe, como afirmarse de la mesa para no caerse); y es tan genial recordar el antes de hace tanto tiempo, el cortarse y en tres horas no decir más que cinco frases (y digamos que no soy especialmente mala para hablar) y andar con la sonrisa en el rostro y disfrutar con la simpleza del platonismo (ese que, definitivamente, no necesita de estrategias ni del cansancio que eso conlleva).

La gente me pregunta que si no me da miedo, y creo que no, porque, aunque no es tan fuerte (eso no pasa hace harto rato, harto harto rato), llegó caído del cielo, cuando ya empezaba a no creer (y a darme miedo el no creer); porque parto desde la imposibilidad (cuestión que manejo tan bien); porque lo veo y me alegro (y eso sirve tanto en estas circunstancias); porque tengo la pelotita bien guardada en mi closet (y prometo no dejar la embarrá, ahora no, de nuevo no).



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1 Comments:

Blogger Isabel Llanten said...

Que rico es volver a tener fe!! no es necesario comer mariposas, pero si las sientes en la guata ¡tanto mejor!!! Disfrutalas a concho, que lo comi'o y lo baila'o nadie te lo puede quitar!!!!

Saludos y felicitaciones!! :)

miércoles, mayo 24, 2006 4:01:00 p. m.  

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