septiembre 07, 2004

Acerca del refrigerador y la corriente de Humbold

Ayer mami me tenía un lindo regalo, cuando baje desde mi pieza hasta la cocina, me dice: "Vivi, ahí hay habas, se me había olvidado decirte", habas!!!, son mi punto débil, creo que le ganan a los porotos granados, a las lentejas, a las arvejas, incluso a las papas fritas; pero el tener habas, ricas (no se comparan con las envasadas), en este tiempo, es extraño, por lo que le pregunté a mi mami que de donde cresta (omitiendo el cresta) las había sacado, porque estaban muy ricas, a lo que mami respondió: "están bien matenidas como todo lo congelado", y es cierto, las habas estaban (hasta hace media hora), muy bien mantenidas. Y ya, bien, el comentario pasó, pero el tema me quedó dando vueltas, "bien mantenido como todo lo congelado".
Realmente, el refrigerador, como electrodoméstico, con sus usos en grandes frigoríficos, e incluso en la ciencia, hacen de este invento uno de los más grandes, creo, junto al auto, al teléfono y a la aspirina. Cuantos niños andan dando vueltas por ahí, que, cuando fueron un ovocito recién fecundado, se mantuvieron congelados a la espera de que su hermano (ovocito también) fallara en su implantación. Cuanto ha ayudado al desarrollo de la economía mundial (nosotros tuvimos al refrigerados después que los gringos, supongo, y con el tiempo no solo fue refrigerador, sino que también freezer o frigeder), para mantención de las lindas frutas o de la rica carne, mantener esta última sin forma de charqui (como la mitad de nuestros antepasados) o muy salada, esperando a que le salgan larvas (aquel cuento de la generación espontánea), como la mantenía la otra mitad de nuestros antepasados.
Y así pude comer habas, ricas y pseudofrescas, con otra copia mecanizada de lo que es la naturaleza, "la solubilidad de los gases disminuye con la presión y aumenta con la temperatura", por lo tanto, a los peces le favorecen los días fríos y la corriente de Humbold.