agosto 09, 2004

Recuperando el... tiempo (?)

Al fin el tiempo me ha regalado minutos de libertad, tengo tardes libres y una idea fija de volver a mis antiguas andanzas del desquiciamiento mental, dentro de mis buenos propósitos, están, el darle libertad a mi lápiz para que cuando llegue el pájaro lo pueda capturar, inmortalizar y luego, echarlo a volar; quiero vivir y sentir la soledad, supongo que es un mal sustantivo, pero necesito el lindo tiempo de introspección para al menos lograr sacar adelante mi teoría a cerca de la forma geométrica del tiempo o, por último, tropezar con una nueva piedra que me permita conectarme con la jaula del pájaro y volver al añorado tiempo de la interpretación del personaje lingüísta-poeta-filosofo, que vuelva a sentir la contracción del corazón, siquiera, en las heridas provocadas por la caída.
Para comenzar, continué con uno de mis hobbies más preciados, usar mi tarjetita de socia del BiblioMetro y sacar un libro de algún argentino, uruguayo o ruso y, como para retomar el cuento quería algo genial, me traje a Cortázar con aquel capitulo in-dependiente de Rayuela; aunque con el tipo este, y después de haber pasado a través de tantas páginas suyas, todavía no logro esa complicidad que logré magníficamente con el tío Mario; no sé si será porque es virgo y le tengo profunda envidia (pero el tío Mario también es virgo!) o porque lo siento de otros (léase Eva) o porqueseyo, pero la cosa es que siento al señor J.C. ajeno, y si lo leo, él no me habla y yo no le hablo y se arma un silencio monótono e incómodo, pero el tipo es un genio y el silencio no me priva de leer su diario mientras él mira por la ventana.