agosto 20, 2004

Dulces sueños... pero no tanto

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Hace un tiempo analizaba la suerte de quienes tienen la maravillosa capacidad de recuperar a su cuerpo con poco sueño. Existen datos, que no los tengo mano para poder dar las cifras exactas, de cuanto tiempo de vida pasa una persona durmiendo y si se va a dormir eternamente o, al menos, vivir de una forma distinta de la que se vive acá, es bastante poco práctico pasar demasiado tiempo con los ojos cerrados y con un estado mental de cuasi inconciencia, disfrutando del dormir, que, concientemente, se disfruta solo en los primeros estado del sueño.
Es exquisita la sensación del comenzar a dormir, pero después, nada, lo rico es volver a despertar, y entre medio?, si el dormir es tan profundo, ni de los sueños uno se puede acordar.
Es entonces cuando pienso en la gente mayor, que tiene la genial capacidad de dormir apenas 4 ó 5 horas, y listo, está recuperada, será que al sentir a la muerte respirando detras de la oreja (porque antes se sabe que si el corazón deja de latir o viene un descuido mínimo se acaba el cuento, no hay conciencia de la vulnerabilidad humana, existen demasiados proyectos y demasiadas razones por los que vivir, se siente la inmortalidad y la "totipotencialidad" como algo propio), pero será que cuando se tiene certeza de que la muerte ronda cerca (al saber que ha sido una persona con suerte al haber llegado a los 70 años), se toma algún nivel de conciencia de que la vida no puede perderse delante de los ojos cerrados, sin conocer siquiera el mundo propio.

Pero que va, anoche me acosté a la 1.30 sin darme cuenta, de hecho, mandé mensajes después de las 12 a personas que tienen que levantarse temprano (y que necesitan de un buen dormir para recuperarse), me levanté a las 8.20 y ya tengo sueño, aunque, cuando me doy cuenta del tiempo de vivir que pierdo durmiendo, trato de recostarme y procurar no pasar más allá del sueño REM (para al menos recordar lo que sueño), pero el cuerpo no funciona y, aunque quiera racionalmente vivir sin sueño, no se puede porque la máquina no funciona y se viene la dualidad mente-cuerpo y el tema puede ser infinito.

Ayer mi hermana me ganó en el ajedrez, tuve que bajar a mi rey.-