enero 29, 2008

Lebu iluminado

Ayer llegué a Lebu a eso de las 8 y ahora puedo actualizar el blog tirada en la cama y no porque mi abue sea pudiente y tenga internet para atender mejor a los clientes de la hostal, sino porque estoy en un Lebu iluminado, con redes inalambricas públicas y con la opción de poder conectarme desde donde se me ocurra, sin tener que desenbolsar un peso (aunque no creo que la señal llegue al campo, pero algo es algo).
Digamos que la calidad todavía no es impecable, pero, anuncian, que están trabajando para solucionar aquello (y que no tenga que esperar hasta las 2.45 am para poder revisar mi correo); así que un aplauso, mirá que esto era impesable y cayó como anillo al dedo. Ahora, creo que puede ser contraproducente para mi salud contar (seguir contando) con conexión disponible casi todo el rato y con mayor razón si acá no cuento con redes sociales ni recursos bibliotecarios.
En fin, Lebu iluminado... es loable.