La visita a la Feria
(sory, me quedó un poco largo el post... el párrafo que importa es el 5to.)
El jueves fue el día de la mujer en la Feria del Libro de Santiago, y como encuentro una ridiculez tener que pagar por ir a comprar libros, me aprovecho del día gratuito y de la discriminación ‘positiva’ por mi exceso de estrógeno en la sangre.
Estuvo lindo el paseo, aunque fue un día especialmente agotador (acostarse a las 3.30 a.m., levantarse a las 6 [una hora antes de lo común], estar en la U a las 8, salir de la prueba a las 9.45 [y que mi ayudante, al que adoro, me preguntara como me fue cuando en verdad ni me había alcanzado a ir] y a las 2 con la segunda parte de la prueba y a las 7.20 ayudantía [con el ayudante al que adoro] del mismo ramo que mantuvo mi miércoles feriado ocupado y el jueves agotado) había que hacer hora y nos fuimos a la Estación Mapocho.
Bien chori la Feria de este año, aunque no me regalaron agenda (al cabo que ni la ocupaba), estaba bien barata en comparación a los otros años, aunque no fuera San Diego y no encontrara a Pablo Simonetti rico y nunca viera Madame Bovary a luca.
Llegamos seis y a los seis segundos ya estábamos dispersos (a mis amigos no los vi más), soy incapaz de ‘vitrinear’ con compañía (a excepción de mi mamá en falabella que ya me tiene domesticada) y mientras miraba los títulos, con ansías de encontrar aquello ‘novedoso’ o el ‘regalo’ del día, escuchaba las conversaciones de la gente y me reía...
Porque la gente, en lugares como el cine arte, o exposiciones o ferias del libro se pone a hacer comentarios todos snobs y uno se ríe tanto porque ponen sus caras serias y su voz grave para decir “tu que opinas del último libro de perico de los palotes... yo lo compre el otro día en una tienda de Buenos Aires.... y chuchuchu” o “No entiendo porque los críticos pierden el tiempo hablando de Paulo Chuchuchin” y, luego una va y les mira las caras (detras de lo serio, claro) y tienen las mismas caras de una y entonces me río más.
Por lo que, finalmente, llego a la conclusión de que es más lindo mirar solita, para que no se le vaya a salir a uno todo lo snob que lleva adentro.
Al fin entendí la diferencia entre suspender e interrumpir (y fue bkn).
Estuvo lindo el paseo, aunque fue un día especialmente agotador (acostarse a las 3.30 a.m., levantarse a las 6 [una hora antes de lo común], estar en la U a las 8, salir de la prueba a las 9.45 [y que mi ayudante, al que adoro, me preguntara como me fue cuando en verdad ni me había alcanzado a ir] y a las 2 con la segunda parte de la prueba y a las 7.20 ayudantía [con el ayudante al que adoro] del mismo ramo que mantuvo mi miércoles feriado ocupado y el jueves agotado) había que hacer hora y nos fuimos a la Estación Mapocho.
Bien chori la Feria de este año, aunque no me regalaron agenda (al cabo que ni la ocupaba), estaba bien barata en comparación a los otros años, aunque no fuera San Diego y no encontrara a Pablo Simonetti rico y nunca viera Madame Bovary a luca.
Llegamos seis y a los seis segundos ya estábamos dispersos (a mis amigos no los vi más), soy incapaz de ‘vitrinear’ con compañía (a excepción de mi mamá en falabella que ya me tiene domesticada) y mientras miraba los títulos, con ansías de encontrar aquello ‘novedoso’ o el ‘regalo’ del día, escuchaba las conversaciones de la gente y me reía...
Porque la gente, en lugares como el cine arte, o exposiciones o ferias del libro se pone a hacer comentarios todos snobs y uno se ríe tanto porque ponen sus caras serias y su voz grave para decir “tu que opinas del último libro de perico de los palotes... yo lo compre el otro día en una tienda de Buenos Aires.... y chuchuchu” o “No entiendo porque los críticos pierden el tiempo hablando de Paulo Chuchuchin” y, luego una va y les mira las caras (detras de lo serio, claro) y tienen las mismas caras de una y entonces me río más.
Por lo que, finalmente, llego a la conclusión de que es más lindo mirar solita, para que no se le vaya a salir a uno todo lo snob que lleva adentro.
Al fin entendí la diferencia entre suspender e interrumpir (y fue bkn).
6 Comments:
hola!, tanto tiempo sin venir po estos lados eh?
Así ke fuiste a la feria del libro. yo una vez fui, pero ya ha pasado largo tiempo desde eso, y en fin, eso a su vez, es otra historia.
Bueno, akí estoy otra vez, tratando de volver a mi casa de internet, aunke me es dificil al no tner internet en casa desde hace mucho, y como el trabajo es agotador me es dificil poder escribir con la frecuencia de antes, pero si aun te gusta leer, como ami aun me gusta escribir, aun eres bienvenida a darte un paseo por mis cuentos.
Saludos!
Kast - the halfman
suena a disertación de la buena
con mi mujer también nos burlamos de cosas así, en las exposiciones a veces nos separamos aunque a veces llega un momento en el que salgo corriendo a buscarla para decirle un comentario que la hace reir y ella me lo regresa con algún chiste
una vez, en una exposición pictórica, las obras eran tan hermosas, abstractas e infantiles (rayón tras rayón tras rayó, tras mancha (con títulos como "red make sunshine" o "grey obertura 14")) que estuvimos juntos en cada obra "analizando" y riéndonos de nuestros curiosos análisis, evidentemente disfrutamos muchísimo la exposición, el juego también es una forma de comprender el arte, la literatura, la música, cosa que veo no le interesa a mucha gente de méxico, chile o cualquier lugar snobeable
qué no pensarán que la misma naturaleza transgresora de estas disciplinas impiden la seriedad, la solemnidad, el cánon, ¿cómo ser serio con la continua reinvención?
¿ya ves? ya me puse pesado y teórico
Pfff... snobs, uno levanta una piedra y aparecen mil...
Tes bien.
dónde se perfuma tu encanto?
jjajaj que buen post, por cierto, hay muchos de aquellos personajes en santiago.
saludos.
a mí tampoco me agrada vitrinear acompañada, especialmente si son libros... para otras cosas -ropa- suelo necesitar ayuda.
la diferencia entre interrupción y suspensión (prescripción, cierto?)ya la olvidé!!
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