Reflexiones por un pan con palta

Me acuerdo de que hace algún tiempo aparecía ese comercial que decía “Sin duda hemos progresado…”, se convirtió en una frase tan cómoda a mi cabeza que la comencé a utilizar constantemente… ahora la aplico al tema de las paltas.
Hoy tomé once con pan con palta y recordé los tiempos de infancia, en que la palta era un alimento de lujo que se comía solo en su temporada (no me acuerdo cual era, son recuerdos de pequeñita) y resulta que ahora, he tenido la dicha de disfrutar de esta… qué es?, fruta?, durante todo el año; entonces, así me acuerdo de cuando las cosas eran escasas, cuando el chocapic sabia tan rico, cuando comía pan solo con mantequilla y yo era tan feliz formando con las mascadas el símbolo de Batman (en el tiempo en que Batman era solo una historieta y dibujos animados, fue la revolución cuando tuvo rostro de Michael Keaton) o cuando había casata y mi mami la preparaba como café helado.
Resulta que ahora, como palta todos los días, al pan no se le pone solo mantequilla sino que también jamón y queso y ya no hay fiesta cuando compran casata, de hecho, en este instante, hay 4 permanentes en el congelador, además de la bolsa de chocapic, que no sé si porque no es novedad o porque las cosas modernas ya no las hacen como antes, no tiene el mismo rico sabor.
Me gustaba más el tiempo de la escasez, cuando cualquier cosa rica que aparecía (los bistec que traía mi papá cuando llegaba del trabajo) era para alboroto y fiesta culinaria por las tardes… suena lindo el progreso, pero es menos romántico, no sé si creerle a Sabato cuando dice que todo tiempo pasado fue mejor, porque tenemos mala memoria.
Podrían hacerse para toda temporada las habas y las alcachofas!