noviembre 25, 2005

Fantasmas

Esto de no comprender las reacciones corporales es algo, a veces, un poquito complicado.

Ya van a ser dos años que salí del colegio, como mi hermana también quiere entrar en él y no se consiguió por la vía legal, se deben hacer otras gestiones varias cuya primera inmiscuida soy yo, como ex alumna “exitosa”. Como primera acción me mandan a averiguar el puntaje que sacó mi hermanita en las pruebas, me encamino hacia dirección y en eso, paf!, miró hacia inspectoria y va Coke (el profe que me gustó durante tanto tanto tiempo) la reacción de mi estómago me sorprendió y resulta que don corazón también se agitó, obviamente ahora guardé compostura, como niña “madura” de 20 años a cuestas, además iba con mi mamá así que me mire extraña y “vivi, qué onda?”, luego el tipo fue a dirección, hablé con él un rato (ya más calmada) y fin de la historia. Pero me quedó dando vueltas mi reacción, reconozco que en quinto medio todavía me pasaban cosas y como no si terminé yendo al liceo todas las semanas, pero ahora, con todo un cuento detrás, con objeto psicopático a cuestas, con preocupaciones bastantes más importantes que las reacciones de Coke o que si lo llamó o no por teléfono, vienen las hormonas y el cerebro que funciona extraño, a tal punto que en las tardes, aún estando en la U, me acuerdo del colegio y miro de reojo y parece que Coke anduviera por ahí dando vueltas…

De verdad que quien creo aquello del “pasado te condena”, tenía mucha razón y no solo en ámbitos sociales, hasta los recuerdos se hacen uno y aparecen como si la historia no fuera tan lejana.