agosto 14, 2005

Sobre el Nuevo Mundo



Tempore sigue descubriendo el mundo....

"Parto con, la idea al menos, de este post, desde el edificio Diego Portales, escuchando al profesor Carlos Ruiz que habla de una interpretación del jurista Dworking, pero yo no he leído a Dworking así que no entiendo nada.
Esto se enmarca en el II Congreso Estudiantil de Derecho y Teoría Constitucional, que partió el miércoles en la tarde y de ahí no hemos parado hasta ahora (son las 12.15), en bastante rato más".

Eso escribía sentada escuchando al señor que leía (nada más fome que escuchar a un señor que lee) cuando me dijeron que si quería encargar algo para comer, a lo que preferí acompañar a comparar y salir de la sala porque estaba muy aburrida.

No quería inscribirme, eran 3 lucas y tenía (o tengo) tanto que estudiar, pero hace rato no recordaba lo era un congreso, con gente discutiendo y hablando de temas que se supone, si no fuera en primero, entendería mucho mejor de lo que lo hice, además estarían Carlos Peña (profesor que conocí en el programa “La Belleza de Pensar” y encontré demasiado genial), además de mi profesor de Introducción al Derecho, Fernando Atria (que ya encontraba genio desde el currículum, lo que se confirmaba en el aula y lo que se terminó de sellar en el congreso), por lo que, como verá, son varias las cosas que pude sacar en limpio.
Primero, la gente grande no discute tanto como la más chica (comparando con los congresos a los que fui cuando iba en el colegio), pero mi nivel de admiración hacia ciertos académicos ha llegado a un punto que raya en lo risible, algo así como “wow, yo quiero ser como él”, y entonces empiezan las extrapolaciones, verse en ese futuro tan lejano y ver que derecho ya no me desagrada tanto.
Segundo, el estudio de las Ciencias Jurídicas me ha sorprendido gratamente, por el nivel de la discusión, por el nivel de los temas discutidos, por el nivel de la gente que discute; sin embargo, miraba a mí alrededor y me bajaba todo mi sentido práctico y me preguntaba “para qué”, para que se dan están discusiones que, aparentemente, no llevan a nada, afuera la gente se sigue matando; tanto para que niños que tienen la suerte de estudiar derecho (no sé con qué sentido) puedan darse el lujo de ver si es lo público lo que les llama y jactarse de todo lo que saben. Las discusiones pueden darse sin que sea necesario el salón plenario del Diego Portales, aunque, como ya no se conversa, tal vez sea necesario que se den estás instancias para discutir acerca de la justicia.
Tercero, me entretuve mucho, me reí mucho, miré mucho y eso se agradece, dicen que la participación en estas cosas sirven para el currículum, sirva o no, la experiencia no se paga con nada, fue mi primer congreso académico universitario, siento que las ponencias fueron dadas por académicos importantes y a veces me enorgullece pertenecer a ese mundo, y otras, me deprime pensar en el mundillo intelectualoide que ahí se teje.

Con todo, Tempore sigue descubriendo el mundo (y le agrada).