Tu con tu mundo, Yo con el mio.
Hoy me ocurrió una cosa que entre me dió rabia, e iba a contestar, y risa por mi reacción y los gritos de la mina.
Resulta que en Baquedano, en las tardes, se pone una pareja a vender cosas vegetarianas (cabe mencionar que no me gustan para nada las hamburguesas de soya, ni las vianesas de pasto; además, no entiendo cual es la idea de modificar las cosas para "poder hacer lo que no podemos hacer, pero a nuestro gusto", por lo mismo creo que tampoco escucho punk, rock, cueca, reaggeton, etcétera, cristiano, es una cuestión "de principios"), yo muerta de hambre, prefiero ir al Caburga (un sucucho nada de sucucho, del Patio Bellavista, donde, por ser estudiantes, nos hacen descuento) y comerme una empanada de champiñón - queso, que comprar un pan pita con hamburguesa de soya, por, y ahora en serio, una cuestión de gustos.
Hoy, como se me había pasado la hora de almuerzo, entre la clase sobre "el erupto de las vacas son el principal factor del calentamiento global" y la actividad siguiente, andaba muerta de hambre, así que, antes de irme a la casa de una amiga, pasé por una porción de nuggets al Kentucky de Plaza Italia. Bajé al metro y estaban estos tipos, claro, me dió risa interna a penas los vi (ellos vendiendo comida fresca y yo comiendo comida insalubre), pero después la mina empezó a gritar (obvio que no la miré), - Comida sana!, no de animal!!!, comida baja en grasas!!!!!!.
Y yo pasé y tuve ganas de responderle, pero tenía todas las perder, a excepción de una sola cosa, que no era que yo tuviera mucha hambre y su cosa de pan pita me iba a costar un ojo de la cara y me iba a tapar un muela y no me iba a gustar; sino que, le iba a preguntar que por qué rayos se enojaba, si ella era vegetariana o vegana o lo que fuera (no le iba a decir "o cualquier cosa que suene cool/shuper ser", porque podía ser una persona seria), bien por ella, pero que me dejara a mi ser todo lo omnívora que quisiera ser, lo siento, me gusta la carne y harto.
Y me cargó, me cargó que tratara de imponerme su religión, lo siento, siento creer en la libertad y siento creer en la libertad informada, tengo claro que el pollo del kentucky no es lo más saludable del planeta, pero asumo el riesgo y ya. Luego mi conciencia, mi otro yo, mi paredro me dijo "tu religión hace lo mismo" y le respondí con una velocidad de mente increible, que no, que mi religión predicada porque había sido lo que dijo Jesucristo "Id por todo el mundo y predicad el evangelio", pero que es muy distinto a imponer y retar a la gente porque no cree en Dios, yo pienso que es bueno, que es lo mejor y lo aconsejo, y, por tanto, creo también que la mina invadió mi espacio de comerme mis nuggets feliz, coartó mi libertad para venderme sus cosas de pita mala y que ni un brillo, capitalista, mina pesá, me cargó.
Resulta que en Baquedano, en las tardes, se pone una pareja a vender cosas vegetarianas (cabe mencionar que no me gustan para nada las hamburguesas de soya, ni las vianesas de pasto; además, no entiendo cual es la idea de modificar las cosas para "poder hacer lo que no podemos hacer, pero a nuestro gusto", por lo mismo creo que tampoco escucho punk, rock, cueca, reaggeton, etcétera, cristiano, es una cuestión "de principios"), yo muerta de hambre, prefiero ir al Caburga (un sucucho nada de sucucho, del Patio Bellavista, donde, por ser estudiantes, nos hacen descuento) y comerme una empanada de champiñón - queso, que comprar un pan pita con hamburguesa de soya, por, y ahora en serio, una cuestión de gustos.
Hoy, como se me había pasado la hora de almuerzo, entre la clase sobre "el erupto de las vacas son el principal factor del calentamiento global" y la actividad siguiente, andaba muerta de hambre, así que, antes de irme a la casa de una amiga, pasé por una porción de nuggets al Kentucky de Plaza Italia. Bajé al metro y estaban estos tipos, claro, me dió risa interna a penas los vi (ellos vendiendo comida fresca y yo comiendo comida insalubre), pero después la mina empezó a gritar (obvio que no la miré), - Comida sana!, no de animal!!!, comida baja en grasas!!!!!!.
Y yo pasé y tuve ganas de responderle, pero tenía todas las perder, a excepción de una sola cosa, que no era que yo tuviera mucha hambre y su cosa de pan pita me iba a costar un ojo de la cara y me iba a tapar un muela y no me iba a gustar; sino que, le iba a preguntar que por qué rayos se enojaba, si ella era vegetariana o vegana o lo que fuera (no le iba a decir "o cualquier cosa que suene cool/shuper ser", porque podía ser una persona seria), bien por ella, pero que me dejara a mi ser todo lo omnívora que quisiera ser, lo siento, me gusta la carne y harto.
Y me cargó, me cargó que tratara de imponerme su religión, lo siento, siento creer en la libertad y siento creer en la libertad informada, tengo claro que el pollo del kentucky no es lo más saludable del planeta, pero asumo el riesgo y ya. Luego mi conciencia, mi otro yo, mi paredro me dijo "tu religión hace lo mismo" y le respondí con una velocidad de mente increible, que no, que mi religión predicada porque había sido lo que dijo Jesucristo "Id por todo el mundo y predicad el evangelio", pero que es muy distinto a imponer y retar a la gente porque no cree en Dios, yo pienso que es bueno, que es lo mejor y lo aconsejo, y, por tanto, creo también que la mina invadió mi espacio de comerme mis nuggets feliz, coartó mi libertad para venderme sus cosas de pita mala y que ni un brillo, capitalista, mina pesá, me cargó.
2 Comments:
Totalmente de acuerdo contigo.
Como que te mitan juzgándote, o a veces se ponen a "predicar" y eso es casi-casi una imposición.
Yo he comido cosas vegetarianas super ricas, pero no me animo al cambio total la verdad.
Cariños!
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