Marraqueta con palta

Hace harto tiempo escribí sobre lo mismo, los recuerdos de antaño, de cuando comía pan con palta y era una fiesta o cuando llegaban mis papás en la tarde y traían panita para la once. Es que anoche leí un post sobre esta generación del 80, de los que nacimos en dictadura, pero nos criamos en democracia, la última que jugó en la calle, la primera que conoció del chat y que no se sabe como sobrevivimos si no era obligatorio usar cinturón de seguridad, ni asiento para niños en el auto. Y ahora me comí una exquisita marraqueta con palta de un casero que le vende una paltas tan ricas a mi mami.

Y se trata de una sensación que no viene de la nostalgia sino que de la genialidad de tener varias horas de sueño en el cuerpo y que un par de pruebas (no pequeñas) a inicios de la semana, no logren menguar la sensación de pasividad del fin de semana de cuatro días, con un sol que no molesta... estado a lo Israel Kamakawiwo'ole (y eso que ayer no me fui a la playa)...