Reflexión de Semana Santa

En general los judíos me caen bien, a veces se creen el hoyo del queque por su cultura que viene de tan viejo y que cuenten su historia en el libro más importante de la cultura occidental, pero los que he conocido son buenas personas y me caen bien; admiro el respeto a sus tradiciones y que sean la corriente más influyente en la historia, pero más que mal son el pueblo elegido, así que era que no y, les debo el favor de haber rechazado a Jesús y, por ende, pasarme la bendición a mi como parte del pueblo gentil; además, sinagoga es una linda palabra.

Pero nunca había escuchado a un judío haciendo comentarios judíos y, entonces, me dio risa. Hoy, en la clase de penal que está lleno de judíos porque mi profesor de penal es de los judíos bacanes de Chile y que, además, tiene un ayudante judío que nos fue a hacer la clase hoy que terminó diciendo, “la clase del jueves la voy a hacer yo, así que vengan, yo creo que habrá clases normales, porque gracias a Dios, la Universidad de Chile, es una universidad pluralista”.